En México, las mujeres empresarias, de acuerdo con las últimas cifras del INEGI representan el 16% del sector empresarial
y sin embargo, aportan 37% al Producto Interno Bruto (PIB) del país.
La participación que las mujeres mexicanas tienen en la vida
laboral es escasa debido a que, para acceder a este mercado, la mayoría de las veces deben enfrentarse a diversas barreras, tanto informales como formales.
SOLO 15% DE LOS PUESTOS EN LOS CONSEJOS DE ADMINISTRACIÓN
A NIVEL GLOBAL SON OCUPADOS POR ELLAS.
Esta situación muchas veces puede ser atribuible a estereotipos, pues se puede llegar
a tener la percepción de que los hombres tienen mayores capacidades, habilidades e incluso disposición que las mujeres, una generalización que no refleja la realidad y que sin duda debe combatirse.